La Vizcaya / Bizkaia, la zona montañosa entre el valle de Aibar y la Valdorba en la que se sitúa Gardaláin, se ha convertido en una región desconocida para buena parte de la población navarra. Desde el sur de la sierra de Izco, desciende el arroyo Vizcaya que daba nombre hace siglos al paraje boscoso y abrupto, hoy finca del Patrimonio Forestal de Navarra.
Entre su vegetación, pequeños poblados similares a Gardaláin, hoy en día todos deshabitados. Es el caso de Guetadar, Irangoiti, Usumbelz, Julio, Arteta, Loia o Sabaiza, o incluso algunos que existieron siglos atrás como Eyzco y Usaregui. Se habla incluso de Bizcaya, destruido en la Edad Media por Abderramán III.
Estos pueblos de apenas un puñado de casas, hoy en día casi todas en ruinas, se encontraban comunicados entre sí por pequeños caminos, ahora convertidos en pistas forestales de muy difícil acceso debido al paso del tiempo y el empuje de una naturaleza que ha recuperado su terreno arrebatado siglos atrás y que va borrando los pocos indicios que quedan de actividad humana.
Gardaláin, la vuelta al pueblo 